En la última entrada del blog, escribí sobre los famosos SULFATOS.
Ahora vamos a nombrar los también famosos PARÁBENOS.
Pero, porque tanto revuelo con estos componentes?
La publicidad, nos suele hacer pensar que, si existen productos libres de Parábenos, es que este componente debe ser malo y que los productos que los llevan, debemos evitarlos.
Pues vamos a aclarar algunas cosas.
Primero, que son los Parábenos?
Son los conservantes que contienen los productos cosméticos que evitan la aparición de bacterias. Los contienen desde un gel hasta cremas, maquillajes y un sin fin de productos y son los responsables de que el producto se conserve en un estado óptimo y no se deteriore durante, mas o menos, 1 año»
Si miramos las etiquetas de los productos que utilizamos, podremos leer palabras como Methylparaben, Ethylparaben, Propylparaben y Butylparaben, los cuales, son Parábenos, totalmente aptos para el consumo, utilizados desde hace mas de 70 años por las mejores marcas cosméticas y con un bajo porcentaje de alergias. Son los conservantes considerados mas seguros que existen en el mercado.
Las marcas comerciales, son muy listas, e intentan hacernos creer que los productos Libres de Parábenos no contienen ningún tipo de conservante, pero, en la mayoría, esto esta lejos de la realidad. Lo que se hace es, cambiar los Parábenos por otros componentes como por ejemplo: liberadores de formaldehído como DMDM hydantoin, Imidazolidinyl urea o Quatermium-15, pero que son considerados alérgenos. Hay muchos más y no todos demasiado aptos para el consumo.
¿Qué sucede si un producto no contiene Parábenos?
Pues que su conservación se nos complica bastante. Cualquier producto que no contenga ningún tipo de conservantes, difícilmente nos va a durar mas de 1 semana abierto.
Para la buena conservación de un producto sin conservantes, es necesario que esté en un lugar sin nada de humedad, por lo que no nos vale el baño, totalmente a oscuras, que no haga ni frío ni calor y muy bien cerrado. Aún así, no nos duraría mas de 1 mes.
Por lo que, conocido todo esto, llegamos a la conclusión de que es prácticamente imposible que un producto cosmético no lleve algún tipo de conservante. Los tendrían que fabricar en formatos de 5 o 10 ml para que nos diera tiempo a consumirlos antes de su deterioro.
Conclusión personal:
No nos dejemos engañar por los anuncios comerciales que, sinceramente, nos tratan como borregos y crean modas para ganar la batalla del consumo»
Por
Nieves Cos Gayón